jueves, 4 de diciembre de 2014

Como afecta el no proporcionar una alimentacion adecuada


Los trastornos alimentarios no tienen una sola etiología determinada, al hacer una evaluación detallada se pueden encontrar involucrados factores genéticos, ambientales, conductuales, emocionales y orgánicos (gastrointestinal, neurológico, cardiológico, respiratorio, endocrinológico, nefrourológico, psiquiátrico, entre otros).
Varios factores en el desarrollo del niño tienden a converger en la mayor o menor conexión que éste tiene con las sensaciones de hambre y saciedad. Afortunadamente estos factores son susceptibles de modificar a lo largo de la vida del niño .
 
 
"Finger foods"
El uso de alimentos y sus presentaciones de manera tal que sean fáciles de explorar y manipular por el niño, favorece la aceptación de una mayor variedad de alimentos además de fomentar la autoalimentación precoz. La introducción de diferentes alimentos de todos los grupos alimentarios, de textura suave, fáciles de masticar o bien crujientes y disolvibles, estimulan la alimentación independiente y ayudan al niño a conectarse precozmente con su percepción de hambre y saciedad. Muchas veces pretendemos pasar bruscamente desde la fase en la cual el niño es alimentado pasivamente a, la del uso de los utensilios, sin permitirle tocar o manipular los alimentos, con la consiguiente dificultad, frustrando tanto al padre como al niño, y regresando muchas veces a la etapa del puré.
 
 
La influencia de los padres, cuidadores y pares
Estudios observacionales han mostrado que los niños aprenden a aceptar ciertos alimentos por observación directa de personas cercanas. El rol modelador de la familia es clave. Actualmente, es cada vez menos frecuente que el lactante y/o preescolar participe diariamente en la mesa familiar, lugar en donde debiera tener la oportunidad de interactuar con sus padres y/o hermanos y de adquirir hábitos saludables.
 
 
Limitar calorías líquidas

Es altamente recomendable permitir al niño explorar sus alimentos y facilitarle una dieta fácil de ser manipulada, ofrecerle una segunda cuchara mientras es alimentado y en un siguiente paso, considerar el primer período de la comida para que el niño explore e intente comer por sí mismo, para finalmente sólo ser supervisado a las horas de comida.
Es tarea de los pediatras educar y guiar a los padres y cuidadores en las distintas etapas del desarrollo, a fin de lograr establecer un patrón óptimo de alimentación, que se traduzca en una relación sana y natural con la comida, reconociendo y respetando las sensaciones fisiológicas de hambre y saciedad.

 
  • Formato Documento Electrónico(APA)
BRAVO J, PAULINA, & HODGSON B, M. ISABEL. (2011). Trastornos alimentarios del lactante y preescolar. Revista chilena de pediatría, 82(2), 87-92. Recuperado en 03 de diciembre de 2014, de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062011000200002&lng=es&tlng=es. 10.4067/S0370-41062011000200002

Alimentación y nutrición: Su niño de 4-5 años de edad


En particular, si su hijo tiene sobrepeso, preste atención al tamaño de las porciones. Para niños de cuatro y cinco años, el tamaño de las porciones debe ser más pequeño que el de las porciones para adultos que usted y su cónyuge comen.
Si bien los niños de tres años son, por lo general, bastante exigentes con la comida, este comportamiento también puede continuar en los niños de cuatro años. Sin embargo, es posible que los niños más grandes expresen más sus preferencias. Su hijo puede volverse más insistente con determinados alimentos que no quiere comer. Sus necesidades nutricionales son las mismas que las que tenía hace un año. Sin embargo, es posible que tenga respuestas emocionales impredecibles frente a los alimentos que se le ofrecen. Puede contestar mal e, incluso, decir palabrotas si no le gustan los alimentos que le ofrecen. Pero si le sirve en el plato comidas bien equilibradas, tendrá suficientes opciones saludables para mantener una buena salud.
A esta edad, su hijo debería comportarse bien durante las comidas y estar listo para aprender los modales básicos en la mesa. Hacia los cuatro años, ya no sostendrá el tenedor ni la cuchara con el puño cerrado, debido a que ahora es capaz de hacerlo como un adulto. Si se le enseña, también puede aprender a usar un cuchillo de mesa adecuadamente. Usted también puede enseñarle otros modales en la mesa, como no hablar con la boca llena, usar la servilleta en lugar de las mangas para limpiarse la boca y no pasar por delante del plato de otra persona. Si bien es necesario explicar estas reglas, es mucho más importante enseñar con el ejemplo. Su hijo se comportará como ve que lo hace el resto de la familia. También desarrollará mejores modales en la mesa si en su familia se acostumbra comer todos juntos. De modo que haga que, al menos, una comida al día sea un momento familiar especial y agradable. Y también pídale a su hijo que ponga la mesa o ayude de alguna otra forma en la preparación de la comida.
La publicidad televisiva, incluso si al verla se dan las mejores explicaciones sobre los mensajes comerciales, representa un serio obstáculo para la buena nutrición de su hijo en edad preescolar. Algunos estudios muestran que los niños que miran más de veintidós horas de televisión por semana son más propensos a tener obesidad. Los niños de cuatro y cinco años son extremadamente receptivos a los avisos publicitarios de cereales azucarados y dulces, especialmente después de visitar otros hogares donde se sirven estos alimentos. Pero, repetimos, la obesidad es un problema cada vez mayor en los niños de los Estados Unidos. Por este motivo, es necesario que sea consciente de los hábitos de alimentación de su hijo, en el hogar y fuera de este, y que los controle para asegurarse de que esté comiendo lo más saludable posible.
Para combatir las influencias externas, haga que su hogar se mantenga lo más saludable posible. Compre productos con bajo contenido de sodio, azúcar y grasa. También controle la cantidad de horas que su hijo mira televisión y la exposición a los avisos publicitarios. Con el tiempo, su hijo se acostumbrará a los alimentos saludables. Esto hará que sea menos vulnerable a tentarse con los alimentos más azucarados, salados o grasos.
 

Última actualización 5/28/2013


 

La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.